Para estrenar el nuevo año en plena forma, la capital está a punto de incorporar nuevos dispositivos de control con los que se tendría una vigilancia más exhaustiva de la velocidad en sus distintas vías. Incorporaciones que consideran necesarias, mientras por otro lado también dedican tiempo a labores de revisión para el polémico multirradar de los túneles de la M-30.
Considerando que se requieren refuerzos de radares en los puntos conflictivos de tráfico en la ciudad, el Ayuntamiento de Madrid ultima estos días la colocación de nuevos radares de poste y de carril para continuar con el pulso recaudatorio de cara al próximo año. Esto llevará a nuevas colocaciones que prácticamente y si no bailan las quinielas en última hora, están ya bien pensadas.
Una de las decisiones llevará a situar un nuevo radar de poste en el inicio del Paseo de Santa María de la Cabeza en dirección entrada a Madrid, justo debajo de la Glorieta de Plaza Elíptica, en el denominado Puente de los Capuchinos. Otro de los focos en el cual tendrán que poner especial atención los conductores próximamente, será a la salida de la calle O’Donnell, un lugar de encuentro habitual de agentes camuflados y que ahora tendrá su particular cinemómetro para vigilar.
Problemas del multirradar de la M-30
Mientras se terminan estas tareas de instalación, el Ayuntamiento de Madrid continua con revisiones del nuevo multirradar que se instaló hace semanas en los túneles de la M-30, a la altura del Paseo de la Ermita del Santo. Al parecer el sistema de captación de multas está dando problemas y esto podría estar dando un respiro a los conductores, aunque con los días contados.
En la actualidad el Ayuntamiento de Madrid dispone de 14 radares fijos en túneles y otros 11 en superficie a los que hay que sumar los móviles y estas futuras incorporaciones.
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