Las temperaturas extremadamente altas y la ola de calor que estamos sufriendo en España provocan que aumente la fatiga y disminuyan los reflejos.
Consejos de la DGT para conducir durante la ola de calor
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La primera ola de calor del verano ya ha llegado. Desde el lunes, la mayor parte de las comunidades autónomas están registrando temperaturas extremadamente altas, con máximas por encima de los 40 grados, y las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican que se van a mantener al menos hasta mañana.
Con el termómetro alcanzando niveles máximos, es importante tener presente que al ponernos al volante el calor extremo representa un peligro adicional
No debemos olvidar que esta intensa ola de calor afecta de manera negativa a los conductores, pasajeros y vehículos durante el trayecto. Por dicho motivo, en situaciones de calor extremo debemos reforzar las medidas de seguridad para evitar situaciones de riesgo en la carretera.
La mayor parte de la geografía española está afectada por una ola de calor
La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que las temperaturas extremadamente altas provocan efectos negativos sobre el conductor. Aumenta la fatiga y disminuyen los reflejos, de modo que el automovilista tarda más tiempo en reaccionar y se cometen más errores.
Añade Tráfico que, según diversos estudios, conducir con calor excesivo el riesgo de accidente aumenta un 20%, lo que nos da una idea de la importancia de regular la temperatura del habitáculo.
Prepara el vehículo
Cuando las temperaturas aumentan, es más notorio cualquier problema de mantenimiento en nuestros vehículos. Por lo tanto, es aconsejable que realicemos una inspección minuciosa antes de emprender un viaje por carretera, verificando tanto las partes mecánicas como los niveles de fluidos.
Temperatura de confort
Mantener una temperatura adecuada en el interior del coche es fundamental para preservar la concentración y la atención durante el viaje. Al conducir con una temperatura de 35 grados dejamos de ver entre el 10% y el 20% de las señales de tráfico, de acuerdo con las informaciones de la DGT difundidas a través de sus canales. Además, el calor excesivo puede aumentar la agresividad y el nerviosismo al volante.
Enfría el coche
Durante la ola de calor, como la que sufrimos estos días, cuando la temperatura exterior es de 39 grados, algunas zonas del habitáculo pueden alcanzar fácilmente los 70 grados. En dos horas y media sin ventilación, la temperatura interior es un 88% mayor que la exterior, de ahí que antes de empezar a conducir debamos refrigerar previamente el coche para ponernos al volante en las mejores condiciones.
Un método eficaz para conseguir bajar la temperatura con rapidez es el truco que dio a conocer un profesor japonés. Consiste en bajar la ventanilla del copiloto y, a continuación, abrir y cerrar la puerta del conductor de forma rápida y enérgica cinco veces. Estos movimientos ayudarán a que el aire circule por el habitáculo y que la masa caliente atrapada en el interior del vehículo se disipe.
Para conseguir que el habitáculo alcance cuanto antes la temperatura deseada es aconsejable circular unos minutos con las ventanillas bajadas para que se escape el aire caliente. Así conseguiremos que mejore la eficacia del aire acondicionado en el menor tiempo posible.
Utiliza ropa cómoda
Es fundamental asegurarte de que te sientes cómodo con la ropa que llevas puesta. Optar por prendas amplias y holgadas de telas transpirables proporciona mayor confort, lo mismo que vestir tonos claros que absorben menos radiación solar.
Por otro lado, es importante recordar que no está permitido conducir sin camisa o con calzado inadecuado. El uso de chanclas, que suele ser habitual en verano, puede representar un obstáculo para controlar los pedales, así que se trata de una acción sancionable por los agentes de tráfico.
Evita las horas más calurosas
Si es posible, conduce durante las horas en las que las temperaturas son más benignas, es decir, a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. En todo caso, evita hacerlo entre las 13.00 y las 17.00 que es cuando las temperaturas alcanzan sus registros máximos.
Descansa
Al conducir, es recomendable parar cada 2 horas o cada 200 kilómetros, especialmente cuando las temperaturas son muy elevadas, ya que incrementan el riesgo de fatiga. Debemos procurar detener el coche en zonas de sombra y si paramos al sol, no debemos dejar a personas mayores, niños o animales dentro del coche.
Evita la fatiga
Si en cualquier momento detectas síntomas de fatiga o somnolencia, para inmediatamente para descansar o dormir. El cansancio o el sueño aparece como un factor recurrente en un 11% de los siniestros mortales en España en 2022, según los datos recopilados por el Observatorio de Seguridad Vial de la DGT.
Come con moderación
Nada de comidas copiosas y alcohol. Es conveniente ingerir una alimentación ligera, rica en proteínas y vitaminas, evitando las grasas y las bebidas alcohólicas. Los zumos de fruta también son una buena opción.
Hidrátate
No esperes a hacer una pausa para beber. Hazlo con frecuencia, sin esperar a tener sed, por lo que ten a mano bebidas frescas no alcohólicas.
Protégete de los deslumbramientos
En las horas donde los rayos del sol inciden más directamente sobre el parabrisas del vehículo es recomendable utilizar las gafas adecuadas para protegerse de los deslumbramientos. Hay que tener en cuenta que estas lentes deben ser homologadas y cumplir unos requisitos, por lo que no todas las gafas de sol son adecuadas para conducir.
Fuente: lavanguardia.com/motor
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