Los frenazos en seco, además de ser un peligro para la conducción, son objeto y muy importante de multas de tráfico. En toda situación en la que nos veámos implicados en un frenazo por confusa que sea, tendremos que tener en cuenta que puede terminar aunque sea de lo más inocente con la pertinente sanción, si por alguna razón no hemos respetado la distancia de seguridad.
Es de lo más frecuente circular por la carretera y sentirnos ‘achuchados’ o un poco acosados por algún vehículo que en su día no aprendió la lección de que había que dejar un espacio vital entre los vehículos que circulan. Lo que se denomina distancia de seguridad y que es la base para ante cualquier circunstancia tener capacidades y reflejos suficientes de esquivar una situación adversa.
Por ello, determinados conductores intentan con su particular método dar una lección o un susto a aquéllos que no respetan estos márgenes, mediante el tradicional frenazo para que sean aunque de un modo muy radical, conscientes de la situación y dejen un espacio entre ambos vehículos. Esto más que una solución o una muy particular reprimenda puede tornarse en multas de tráfico para el autor del frenazo.
La sanción por reducir bruscamente la velocidad produciendo riesgo de colisión con los vehículos que circulan detrás, por muy moralizador que sea el motivo, es de 200 euros. Un castigo que en caso de ser visto por un policía, también se compartiría con el vehículo que no ha respetado la distancia de seguridad. En su caso la multa de tráfico sería de 200 euros más la pérdida de 4 puntos en el carnet de conducir.
Aunque el vehículo esté incumpliendo la Ley, no podemos por ello tomar partido y también infringirla con situaciones de frenado en seco. Al final el castigo económico y la lección es compartida por ambas partes.
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