Dentro de los casos en los que la picaresca se lleva al límite, encontramos ejemplos de verdadera destreza a la hora de buscar las multas de tráfico de los conductores. Para ello recurriendo al disfraz y ocultando su identidad vigilan que no se cometan infracciones aunque sus maneras se alejen de toda ética.
Un policía estadounidense ha utilizado la técnica del disfraz para poder controlar sin límites y no ser visto en su tarea de imponer multas de tráfico. Para ello, se hizo pasar por vagabundo y de esta forma aumentar con total discreción el número de sanciones derivadas de la utilización del móvil al volante, cualquier tipo de distracción o no llevar mismamente el cinturón de seguridad.
Bajo esta apariencia, el policía actuando como un mendigo, se acercaba a la ventanilla de los conductores, para lograr la máxima comprobación, y posteriormente dar aviso a sus compañeros que se encontraban apostados en posiciones cercanas.
Avanzada técnica de camuflaje
Un buen ejemplo para ilustrar que a la hora de multar, no hay límites para la imaginación y que las apariencias engañan si se trata con ello de lograr una buena recaudación.
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