La preocupación de la Dirección General de Tráfico (DGT) por la antigüedad del parque automovilístico tiene una motivación claramente estudiada y demostrada. Estos coches viejos restan seguridad a las carreteras y son foco de averías que en los últimos tiempos se han visto aumentadas por la falta de un mantenimiento adecuado.

Un vehículo es un cómputo de gastos y más si éste tiene ya unos años a sus espaldas y empiezan a fallarle algunos mecanismos. La prevención es la mejor forma de combatir estos ‘achaques’ de la edad, sin embargo la crisis económica ha hecho que estas medidas o precauciones se retrasen hasta en muchos casos desaparecer completamente, implicando averías mayores con el tiempo.

Mantenimiento inadecuado

Por ello primero ante todo para velar por la seguridad, Tráfico hizo extensivas unas cartas a los dueños de los vehículos con más de diez años, para recordarles de este modo los límites y obligaciones de sus vehículos y también como medida de aviso de que estas circunstancias se vigilan especialmente en las carreteras españolas. No es coincidencia que del total de averías detectadas durante el año pasado, la mitad de ellas aproximadamente el 50 por cierto correspondiesen a un mantenimiento inadecuado de los vehículos siendo los fallos eléctricos y de electrónica los principales motivos de requerir asistencia.

Unos datos que vuelven a poner en la palestra la cuestión de la edad y seguridad de los vehículos en las carreteras. Una postura en la que la DGT lo tiene claro, se tiene que renovar el parque automovilístico para dotar de seguridad a los conductores y vías aunque requiera un mayor esfuerzo económico, así como un correcto mantenimiento del vehículo para no ser un peligro andante según sus estimaciones.