Con los radares que actualmente están funcionando en nuestras carreteras, el Gobierno se queda corto. Eso es lo que debe estar pensando y ese debe ser el motivo por el que el nuevo Ejecutivo de Rajoy ya está pensando en cómo recaudar más y por supuesto, en las carreteras también. El ministro de Interior ha dado la primera clave: «ampliar los mecanismos de control de velocidad».

Lo que viene a ser lo mismo que decir que aumentar los radares. La explicación que Fernández Díaz da sobre el tema es que «la Dirección General de Tráfico continuará impulsando las medidas destinadas a mejorar la seguridad de nuestros conductores por medio de estrategias específicas», y éstas son «los mecanismos de control de velocidad, alcohol, drogas y sistemas de retención, prestando especial atención a los desplazamientos laborales».

Además, eso no es lo único: el Ministerio también ha asegurado que se está planteando aumentar el límite de velocidad, que está fijado en 120 km/h actualmente. Eso sí, sin que ello implique una mejora de nuestras carreteras. Para Fernández Díaz, aumentar la velocidad máxima no afectará a la siniestralidad en la carretera.

Se avecinan cambios para los conductores. Falta ver si estos serán para bien o para mal.