No nos hemos vuelto locos y hay fotos que prueban esto. La última tendencia en multas supera todos los límites. Aparcar en doble fila es una cosa ya del pasado, lo que verdaderamente te garantiza una buena sanción es hacerlo en la fachada de un edificio, así a lo grande, aunque esto sea lo más parecido a una broma.
Por fortuna esto todavía, (todo se andará), no lo vemos en España y ha sucedido de manera puntual en Houston, respondiendo a una coherente explicación aunque de primeras no se le vea por ningún lado. El caso es que este coche aparcado de manera tan inusual en la fachada de un edificio, no era un vehículo como tal, sino una réplica en fibra de vidrio que la firma Mini Cooper utiliza para hacer sus campañas publicitarias. Una manera pionera y original de anunciarse que les ha salido cara por lo que supone en sí esta novedad.
Y es que una réplica tan bien hecha les ha costado una multa que puede ascender de entre 380 a 1.520 euros, en primer lugar por el susto que se llevaron las autoridades al ver tan grave infracción y después cuando reaccionaron y vieron de qué se trataba, al incurrir en una falta al Código de Edificación de Houston además de ser un peligro para la seguridad de los viandantes.
De momento, la multa no les asustará mucho porque el vehículo continua retando a la gravedad en la fachada del edificio.
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