Cada época cuenta con peculiaridades y distintas modas. La última que comienza a imponerse en España gira en torno a los vehículos y sus posibilidades más extravagantes a la hora de decorarlos. Cualquier toque que pueda personificar a los autos está permitido aunque en algunos casos no se distinga entre original y ridículo.

Una moda alimentada a base de las aventuras entrañables de la película ‘Cars‘ ha hecho que los propietarios de vehículos otorguen más vida a estos medios. Traída de Estados Unidos y por supuesto dándole nuestra particular visión ‘Made in Spain’, cada vez son más los que se animan a personalizar sus autos incluyéndoles pestañas u otros complementos que ofrecen posibilidades infinitas aunque algunas sean hasta vulgares.

Es  por ello que los vehículos más coquetos ya lucen pestañas postizas o una decoración mediante vinilo que es realmente económica y no perjudica la carrocería ni altera la funcionalidad de estos. Una solución curiosa que divierte a niños y mayores y que simplemente en el caso de las pestañas supone una banda adhesiva que se incorpora por encima de los faros y que no tiene por qué dar problemas de cara a la hora de pasar la ITV.

Esta clase de tuneo para hacer en resumidas cuentas a las tecnologías con un aspecto más propio de personas, rebasa algunos límites y se convierte en vulgar y menos divertido cuando se incorporan ciertos elementos. Esto hace referencia a la moda que impera en Texas y que no sería de extrañar que le sacásemos nuestro particular partido aquí, de colgar en la parte posterior de los vehículos, testículos de toro realizados con plásticos y de diversas formas y colores.

Los clásicos peluches ya pertenecen al pasado y ahora hay soluciones para todo tipo de creatividades y para hacer de los vehículos un tesoro más personal, aunque a veces se tenga más imaginación y posibilidades que gusto para la decoración.