Los radares indetectables se han convertido en los grandes protagonistas del verano y con una función más específica y un control más férreo, llevan a cabo a la perfección su tarea de incrementar las multas de tráfico. Su éxito radica en el cambio, que resulta finalmente ser su gran particularidad y ventaja.
Los radares indetectables presentan una matrícula que aparenta la máxima normalidad asemejándose a la del resto de los vehículos, pero siendo más críticos y detallistas podremos comprobar que a poca distancia, en la entrada del aire inferior va situado discretamente un portamatrículas que en realidad es un radar de 24 GHz.
Para no perder detalle y siendo también otro de los cambios que caracterizan a este exclusivo tipo de radares, estos cuenta con un flash rectangular ubicado en la parte derecha de la parrilla frontal. Un rasgo que se debe a su capacidad de poder multar de frente también a los vehículos.
Apariencia que esquiva las alertas
Sin embargo la característica que comparte con otros dispositivos móviles y que a su vez les está desplazando al resto, dada su eficacia y su prácticamente nula visibilidad, se debe a su ubicación. Estos radares indetectables escogen lugares preferentes a la hora de multar: puentes, salidas de túneles, tras los setos o medianas sin necesidad de trípode que pueda alertar.
Recent Comments