Como si se tratase de una de las campañas especiales de desplazamientos antes de vacaciones, la Dirección General de Tráfico (DGT) con la Autoridade Nacional de Segurança Rodoviária portuguesa, se ha puesto manos a la obra con un plan especial de vigilancia y seguridad para evitar accidentes con motivo del partido de la Final de la Champions League.

Quedan horas para conocer el desenlace de un partido histórico y mucho movimiento en la carretera antes de llegar a eso. Algunos decidieron adelantar sus planes con el fin de evitar los atascos que se estiman que pueden ser mayúsculos si se tiene en cuenta que habrá cerca de 15 mil desplazamientos entre Madrid y Lisboa, utilizando la autovía de Extremadura. Para ello, como en cualquier época de grandes movimientos DGT sacará toda su artillería pesada incluído los radares Pegasus por el aire.

Toda medida es poca para la locura que en unas horas puede estar recorriendo la carretera de Extremadura. El punto de encuentro es el Estadio de la Luz pero antes de llegar a su destino, irán dejando a su paso miles de vehículos, la exaltación y alegría en restaurantes y estaciones de servicio que teniendo en cuenta las previsiones han duplicado de media sus provisiones o combustible para este fin de semana.

Un recorrido de 630 kilómetros que une Madrid con la capital de la Champions y que implica un viaje de largo recorrido para el que se exige responsabilidad y descanso. Precisamente para que se cumplan estos requisitos en la carretera, más de 300 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil prestarán servicio para regular la circulación, vigilar y hacer controles de velocidad, alcoholemia y drogas, además de dar asistencia a los ciudadanos que realicen el viaje. Un operativo alque se suman las fuerzas de las autoridades portuguesas para intercambiar información entre los centros de gestión del tráfico de ambos países.

Radares Pegasus

Como no podía ser de otra manera también el control se extenderá al panorama aéreo con dos helicópteros Pegasus para multar y captar las infracciones de los conductores. Uno de ellos estará dispuesto en la base de Talavera sobrevolando la A-5, al que se le sumará el esfuerzo de otro radar Pegasus de apoyo, destinado a controlar y captar las infracciones de velocidad. Todo un operativo digno de una final de Champions de infarto.

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