Si ya se tenía la presión de agentes de la ORA por las calles y su excesivo celo en controlar los minutos, circula por las calles de Granada ahora una grúa ‘pone multas’ que hace muy bien sus deberes. Un sistema que se ha puesto en marcha recientemente aunque desde Movilidad destacan que la competencia de retirar al vehículo no recae en este servicio.
Se trata de una grúa que no sigue los cánones tradicionales que se le presupone a este tipo de vehículos, dado que su función se basa en controlar. Un cometido que al parecer cumple con un excesivo rigor que está muy mal visto entre los ciudadanos de la ciudad andaluza. Un trabajo que hace en conjunto con la Policía Local, en busca siempre de la deseada infracción.
En su ritmo de trabajo destacan por el momento en torno a cuatro multas diarias que si se multiplica por los 30 días de un mes, implica ya un ingreso de 120 euros mensuales sólo gracias a esta vía. Trabajan con las nuevas tecnologías que son las que en última instancia les dan permiso para que la multa de tráfico y retirada del vehículo se haga efectiva. Su potestad reside en retirar vehículos situados en lugares inadecuados como pasos de peatones, doble fila o aparcamientos para personas con movilidad reducida, siempre que la Policía Local apruebe la fotografía que previamente este nuevo servicio ha enviado.
Una grúa para la recaudación
El rigor de esta grúa ‘pone multas’ ha desatado quejas entre los ciudadanos que ven en este sistema una forma de espionaje pactada para que no se escape ninguna multa de tráfico, destinado todo ello siempre a recaudar. Una valoración que siempre juega a favor de incrementar el número de sanciones y para los que siempre esta particular grúa cuenta con ojo avizor y una buena situación.
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