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Una de las principales preocupaciones de los conductores reside en el trágico momento de aparcar. Las zonas de residente, la azul, los espacios de carga y descarga o los aparcamientos para minusválidos convierten esta fácil tarea en algo desesperante que en última instancia puede derivar en una multa de aparcamiento.

La falta de paciencia para determinadas situaciones, unido al tráfico en las ciudades hace que la tarea de aparcar en la calle sea cada vez más difícil. Es por ello, que cada vez es más frecuente, además de útil para el afán recaudatorio, recibir multas de aparcamiento por este motivo.Sin embargo cuando esto sucede no está todo perdido y desde aquí queremos ofreceros algunos consejos prácticos para recurrir las multas de aparcamiento.

Existen una serie de pasos básicos a la hora de enfrentarse al recurso de una multa de aparcamiento siempre y cuando consideremos que ésta ha sido impuesta injustamente.Lo primero que se debe tener en cuenta es si el espacio donde hemos estacionado corresponde a alguna plaza reservada, véase minusválidos o zonas de carga y descarga.Si sin quererlo no hemos caído en la cuenta y hemos perjudicado a terceros, será difícil que el recurso prospere dado que si está correctamente señalizado tendríamos todo en contra.

Para el resto de situaciones, como el hecho de aparcar en la acera o en prohibido, parada en doble fila, o no poner el ticket del estacionamiento regulado, tenemos siempre que hacer una observación exhaustiva del lugar en el que hemos sido multados y más aún, si en el momento de recibir la sanción no estábamos presentes.Este punto es muy importante dado que cualquier detalle que observemos puede ser clave para recurrir con éxito la multa de aparcamiento.

Aquí es donde entrarían en juego las señales y su visibilidad, debido a que cualquier pegatina, rama de árbol o pintada pueden ser determinantes para salvarnos a tiempo del pago de la multa de tráfico.

La importancia de los pequeños detalles

Asimismo y sin dejar el tema de la visibilidad de las señales de tráfico a un lado, éstas por más motivos pueden ayudar a recurrir multas. Además del hecho de que no haya obstáculos que dificulten su visión, tienen que expresarse al menos, en el idioma oficial del estado.Una buena baza si por ejemplo nos multan en Cataluña, Galicia o el País Vasco y recurrimos alegando no entender el significado de la señal. En este punto la ley nos ampara y el recurso tendría éxito.

Por último y no menos importante, tenemos que acudir a la comprobación de los datos de la multa de aparcamiento, debido a que un error en el nombre de la calle, en la matrícula del coche o incluso en los apellidos del posible infractor, pueden ser claves para justificar que la multa de tráfico no es válida. Se trataría de un defecto de forma y su recurso puede alcanzar la meta que deseemos.

Del mismo modo, si consideramos que hemos sido sancionados injustamente por un agente, podemos exigir la presentación de fotografías o pruebas fehacientes como testigos para dar mayor credibilidad a nuestra solicitud.

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